jueves, 22 de septiembre de 2011

Yo no le canto

Yo no le canto a quien balbucea,
yo le canto al que grita,
yo no le canto a quien tiene,
yo le canto al vacío,
yo no le canto a quien fácil encuentra,
yo le canto a quien busca,
yo no le canto a los fuertes,
yo le canto a los débiles,
yo no le canto a los que se creen amos de todo,
yo le canto al que no tiene un titulo de nada,
yo no le canto a quienes caen siempre parados,
yo le canto a los que no tienen miedo a la tumbada,
yo no le canto a los que defienden solo sus intereses,
yo le canto a los que defienden los suyos y los ajenos,
yo no le canto a los que tienen la boca limpia pero el culo sucio,
yo les canto a los que tienen las manos sucias de tanto trabajar,
yo no le canto a los que inventan excusas,
yo le canto a los que se hacen cargo,
yo no le canto a los que miran su ombligo,
yo les canto a los que tienen la mirada hacia el frente,
yo no le canto a los que compran todo con cheques,
yo les canto a los que pagan todo con actos,
yo no les canto a los que hipotecan su dignidad,
yo les canto a los que tienen la dignidad de no hipotecarse,
yo no les canto a los que ganan por izquierda,
yo les canto a los que no les modifica la vida ganar,
yo no les canto a los que se arrastran para llegar hasta arriba,
yo les canto a los que caminan por la vida con la cabeza en alto,
yo no les canto a los que se creen estrellas pero alumbran como lamparita,
yo les canto a los que están convencidos de su propia luz,
yo no les canto a los que quieren parecer algo que no son,
yo les canto a los que son lo que son y ¡salud por eso!
Yo no les canto a los que idiotizan a los otros,
yo les canto a los que brindan una luz para ver mas allá,
yo no les canto a los que lo difícil les resulta fácil,
yo les canto a los que lo fácil les resulta difícil,
yo no les canto a los que ponen en duda las capacidades ajenas,
yo les canto a los que creen en los otros,
yo no les canto a los que toman el pelo por subestimar,
yo les canto a los cautos que no subestiman...
porque a los hijos de puta,
no hay que subestimarlos...
a los hijos de puta
hay que apartarlos...

Por: Juan Pablo Habermann

domingo, 4 de septiembre de 2011

A veces sueño...

A veces sueño. No siempre, pero a veces sí...
Sueño que estamos todos en un mismo lugar, tanto físico como espiritual.
Sueño que no nos importa el dinero, que no nos cambia la vida el ser mas que nadie, que no tenemos excusas para no vivir la vida como queremos, y que nadie pisa la cabeza del otro.
A veces sueño que todavía tenemos al alcance de la mano a ese niño que una vez fuimos, que no nos ponemos rojos por hacer el ridículo y que todas las mañanas sonreímos cuando vemos el sol.
Sueño que a los paisajes les encontramos siempre algo nuevo, por mas que lo veamos todos los días.
Sueño que la rutina no es mas que eso: no tener rutina, y que no nos cansa el hacer lo que nos gusta, porque solo lo hacemos por eso: porque nos gusta. Sueño que la verdad siempre se impone ante todo, nos guste o no, y la aceptamos como es. Sueño con que las noticias la da la gente en la calle, en el almacén, en la farmacia, sin nadie que nos diga que decir y que pensar.
Sueño que Doña Rosa cocina los domingos para toda la cuadra y todos sacamos tablones en la calle para comer juntos como una gran familia que, por mas que la sangre no nos una, nos une algo mejor: la vida.
Sueño que nadie tiene que pedir limosna porque todos dan lo que tienen, y en este gran compartir todos tenemos todo porque nadie tiene nada.
Sueño con que miro por las noches las luciérnagas revoloteando por el campo y me asombro siempre que las veo, aunque todas las noches lo haga, aunque ya sepa que van a estar ahí.
Sueño con que la vida, con todo lo que ello implica, es para cada uno de nosotros y no para algunos pocos.
Sueño con que los relojes marcan las horas pero que el tiempo no es mas una ayuda para la organización de las tareas y no una barrera para los encuentros.
Sueño con que los niños son niños, juegan todo el día; que aprenden en la escuela, y no solo a leer y a escribir, sino también a vivir el día a día; que no le monopolizan las ideas porque pueden criticar el mundo para poder acceder a uno nuevo, y que será el que ellos quieran que sea.
A veces sueño. No siempre pero a veces si. Y por suerte este sueño me ha quedado grabado, y no puedo olvidarlo. Y aunque duele que por ahora solo sea un sueño, sé que hay muchos por ahí soñando lo mismo, y dicen, cuentan por ahí, que cuando un sueño lo sueñan varios, que cuando ese sueño no se olvida, se puede volver realidad. Vos soñaste alguna vez algo así?... Si la respuesta es sí entonces te propongo que soñemos ahora, por lo menos en estos pocos minutos que va a durar este momento, y juntos hagamos ese sueño realidad. Te doy la bienvenida, mi amigo soñador... ojalá nunca dejes de soñar.

viernes, 26 de agosto de 2011

Soy

Soy un puñado de cemento
en esta vereda fría,
al que, quizás, en algún momento
veas fumando porquerías,
soy el regocijo de tu desigualdad,
el silencio de tu realidad,
soy lo que se comió la sociedad,
el cuento aburrido del que ya se sabe el final,
soy el miedo a lo que supones de mí,
la cuerda que amenaza tu cuello hostil,
el verdadero dueño de lo que le sobra a los que tienen,
el verdadero sueño de los que ya no vienen,
soy la vergüenza de tu mentiroso nacionalismo,
el esquema furioso del liberalismo,
soy el resultado exitoso del capitalismo,
el eslabón perdido del maldito consumismo.
Soy la chispa que quemará los sueños
de los que se creen, de todo, ser dueños;
soy el la fotografía intacta aunque pase el tiempo
de lo que ha dejado las malas elecciones de este pueblo,
soy el ecosistema de la ciudad por las noches,
soy el que solo quiere limpiar los vidrios de tu coche,
el empleado del mes de tus reproches,
el espejo vivo del hombre que fuiste entonces.
Soy la utopía estancada de los que lucharon,
la resaca de lo que muchos ya han descartado,
soy el pozo ciego que muchos han mirado
mientras por las noches mis ojos se derritieron llorando.
Soy la mano que pide,
la sangre que tiñe,
las palabras que no finjen,
el pensamiento que no mide,
soy el mundo que has dejado,
la sonrisa que has borrado,
la realidad que has escondido,
el animal que come lo que has desechado,
soy el resultado de tu resta,
soy el número que sobra en tu cuenta,
soy quien no piensa lo que cuesta
ni lo que vale tu malgastada moneda.
Soy el que ve como le comen en la cara,
el que se banca cuando le clavan una estaca en el alma,
soy el que te pide para la nochecita una manta
solo para matar al frío que de a poco te mata.
Soy el cuerpo cansado,
el cuero quemado,
soy el paso errado,
soy el miedo acechando.
Soy el “vago” al que no le darías trabajo,
soy el “subersivo” que te pide estar en blanco,
soy el que te mantiene el autoestima alta,
soy el que justifica tu titulo de amo.
Soy el humo que respiras en la esquina,
el bulto que a las apuradas vas esquivando,
soy la flor que pincha tu dedo con su espina,
soy todo eso que en la sensibilidad te anda faltando.
Soy el “negro” que opaca tu blancura,
soy la enfermedad deambulante que no tiene cura,
soy el miedo al equilibrio de tu estructura,
el sabor amargo de tu disfrazada dulzura.
Soy el que limpia tu barro,
soy el excluído de tu barrio privado,
soy el que ignoras estando a tu lado,
el botón que nadie se anima a pulsarlo.
Soy el vómito de la privada educación,
el cortejo fúnebre de la mencionada liberación,
soy la arritmia del agonizante corazón
que intenta latir parejo, o por lo menos mejor,
de nación que perdió lo poco que había aprendido de todo lo que pasó.
Soy la historia repetida,
la conciencia intranquila,
el ave de rapiña
de los muertos de la esquina.
Soy la plaza amenazada,
soy la piedrita de tu mirada,
el náufrago sin balsa,
soy el grito cuando calla.
no soy le que quisieras que sea,
ni mucho menos los que pensás que soy,
solo soy lo que ha dejado la marea
a la orilla de los que se irán con el sol.

Por: Juan Pablo Habermann

sábado, 20 de agosto de 2011

Por los que pierden…

Por los que pierden…
(Por: Juan Pablo Habermann)

No es que me duelan tus manos al tocarme,
Ni que tus pasos me molesten al buscarme,
Es solo que no tengo el alma plena
Y que de vez en cuando, llora de pena.
Pero no es por tu compañía,
Es por este mundo que nos pesa encima,
Es por la distribución mal distribuida,
Es por entrar a este infierno y no tener salida,
Es por la lucha de poderes,
Es porque pierden con creses
Lo que pierden desde siempre
Los que ganan y no hacen peces.
No es que me duelan tus ojos al mirarme,
Ni tu boca pequeña al intentar besarme,
Es solo que tengo el mundo en el pecho
Golpeando este corazón estrecho.
Pero no es por tus abrazos eternos,
Es porque ya ni siquiera te dan tiempo,
Es por los momentos de violencia
Que te enferman de impaciencia,
Es por los cuentos que no se cuentan
Y los que en la cabeza solo tienen mierda,
Por los que siempre ganan y nunca pierden,
Es por los que pierden con la esperanza de ganar algún día,
Es por los que no quieren un conocimiento fuerte,
ni la felicidad, ni la extremada intención de vida…
Es por los que te piden sin dar,
Es por los que no gritan y prefieren callar,
Es por los que saben y no hablan,
Es por los que hablan y no saben,
Es por los que esconden,
Por los que no dejan que se ahonde,
Es por los sueños que piden ser,
Es por los niños que piden crecer,
Es por las manchas en el alma,
Por las manos lavadas,
Es por los silencios avivados,
Es por los ruidos agrietados,
Es por querer creer en algún dios
Y que no se encuentre por ningún lugar,
Es por querer ver el sol,
Es por los que piden despertar.
Es por querer un mundo distinto
Para la hija que viene en busca de un destino…

(Por: Juan Pablo Habermann)

Te escribo sobre la inocencia

Te escribo sobre la inocencia,
Esa que perderás antes de entenderla,
Esa que hace que creas en todo
Ese todo que hoy te hace feliz.

Te escribo sobre la inocencia
Esa que habrás perdido cuando quieras tenerla,
Esa que de repente te deja sola
Y que en soledad te dejará dormir.

Así que duérmete mi hijita
Que la inocencia se te escurre
Antes de que el viento te susurre
Que ya eres demasiado viejita…

Así que sonríete mi hijita
Que la sonrisa se te escapa
Antes de que el tiempo se opaca
Con algunas arruguitas.

Te escribo sobre la inocencia,
Esa que hace que creas
En lo que no existe en esta tierra
Pero es toda su esencia.

Te escribo sobre la inocencia,
Esa que se te escurrirá entre las manos
Y que cuando la quieras ya se te habrá escapado
Como se escaparán tus siestas…



Por: Juan Pablo Habermann

miércoles, 15 de junio de 2011

Duerme

Duerme tranquila, mi'jita
que yo siempre estoy aqui
mirando como respiras, como te mueves,
como acaricias la paz
del sueño, de la noche,
del duro día de jugos que te ha tocado...

Duerme tranquila, mi'jita
que yo siempre estaré aqui
susurrandote una canción de cuna,
desobedeciendo al destino
y haciendo a ese minuto
eternamente eterno...

martes, 12 de abril de 2011

Otoño asesino

Hojas secas
que se dejan llevar por el viento,
días grises, palabras trsites,
y otro otoño que que me deja el corazón muerto,
otro otoño que cubre mis ojos,
otro otoño que me calla la niñez,
mas hojas secas
que se mueven en mi camino,
que no me dejan caminar
sin estar pensando
en que ya llegó y algo pasará...

Si, ya lo sé
estoy perseguido con el otoño,
pero me he quedado esperando
hasta salirme cayos en los codos,
pensando y pensando
que quizás algún día
se apiadará de mí
me pedirá perdón y me dará una caricia...

no lo sé,
el otoño siempre me calla el corazón,
en el otoño se muere lo que fue hermoso,
como lo fue tus manos en flor,
y de pronto un día, algo se cayó...
fueron tus hojas secas,
o fue el desamor...
no lo sé,
solo sé que el otoño
recién comenzó.

Tema para Malena (version tranquila)

El tempano

Una flor para vivir...

Juan Habermann en "La Bohemia Bar"

"Hay cosas que duelen"

Nuevamente!!

Nuevamente!!
Mercedes, Prov. Bs. As.