Fui

Fui un puñado de azucar en medio del mar, un sureño perdido en este norte, un cuento eterno con un pequeño final, un único grito en los valles de los montes... fui el pasado que se hizo presente, el presente que será un día mañana, un mañana que quedará en la mente, el sonar nuevo de una campana...

Tengo en mis manos

Tengo en mis manos el poder de mirarte a los ojos y saber que no hay mas nada que decir, que ya hay mas nada que vivir, tengo en mis manos el amor de tus besos cuando sale el sol, de los cuentos que nadie ha de contar, de los sueños que nadie ha de soñar... tengo en mis manos la posibilidad de cantarte una vez mas una canción, una verdad, y no dejarte de mirar... Tengo en mis manos el poder de mirarte a los ojos y saber, que todavía queda mucho por sentir, que todavía queda mucho por vivir... tengo en mis manos la posibilidad de cantarte una vez mas una canción, una verdad, y no dejarte de mirar...

Pasado

Pasado lo pasado,
pasado lo extraño pero viejo,
pasado lo hermoso y nuevo,
lo malo y pesado...
pasado lo pasado pero no pasado,
pasado el camino que te lleva al pasado,
del pasado que no será ya presente
y mucho menos futuro...
pasado el presente
que sabemos que murió
en el futuro...
pasado
la pisada
del que camina
en círculos
eternos.

La verdad

En las luces de la mañana
aparecen varias verdades del mundo,
algunas que duelen,
otras que tardan,
otras que nos regocijan,
otras que nos callan,
otras que nos sonríen,
otras que nos pasan,
pero la verdad es asi...
una sola,
y cada uno la toma
o no...

No tan bueno

Si aún no ajusticié con mis propias manos
lo que yo creo una injustiacia,
no es por ser malo
sino por pura cobardía...
entonces no soy un buen tipo,
ni siquiera pretendo serlo,
si siempre pienso en mi antes que en equipo,
y pero después a los laureles los pretendo...
Pero al amor sí,
al amor me entrego por completo,
entrego el alma y el cuerpo,
entrego mi mortalidad y mi eterno,
porque el amor es el tiempo
que nunca llega a ser como yo quiero...

Es evidente

Es evidente
Que las sonrisas se te escapan de lo labios
Cuando el tiempo te da tiempo eternamente,
Como el viento escapándose de las manos…

Es evidente,
Que en tu mundo no existen los horarios,
Que nunca hay nunca y que siempre ha sido siempre,
Y que uno sede, aunque no quiere, al fin y al cabo…

Es evidente
Que quien no quiere, siempre termina queriendo
Que al fin y al cabo todo vuelve nuevamente
Y que por suerte no se termina este cuento…
Es evidente
Que entre tus pasos y mis pasos no hay distancia,
Que entre tus ojos y mis ojos hay un puente,
Y cuando te miro no pueden haber, ya, mas palabras…

Es evidente
Que lo que dices todavía no entiendo,
Que los movimientos se te escapan torpemente,
Y que acudes a los llantos para un encuentro…

Es evidente
Que eres sabia y prefieres a tu madre,
Aunque esa sonrisa que te sale ya sin dientes
Solo se la regalas cuando los ves a tu padre…

Es evidente
Que uno crece y los hijos no se quedan
Aunque uno quiera que sean niños para siempre,
Aunque uno quiera, quiera, quiera, quiera y quiera…
Es evidente
Que como padre yo cometa mil errores,
Que como hija, algún día, tú me enfrentes,
Pero siempre estaré a tu lado con tus decisiones,
Compartiré tus sonrisas felizmente,
Compartiré tus llantos con canciones

Simón

Será bueno, Simón,
que nunca te mastiques el cuento
de que el “macho” nunca lloró,
y que nunca lo derrotó el miedo,
porque “macho” es al que le dolió
y hoy sigue diciendo: “¡aún puedo!”.

Simón,
promesa de sonrisas,
la felicidad te espera en el sillón,
con mamá, papá y la hermanita,
con las manos en el corazón,
y cocinando las caricias.

Te aconsejo, Simón,
que nunca mires como caminan los de al lado,
en el horizonte está tu sol,
y los que miraron allí solo han llegado,
a la utopía que su corazón
un día le ha regalado.

Nunca, Simón,
esperes que el mundo te regale,
uno solo cosecha lo que plantó,
y después tranquilo toma mate,
bajo la sombra que lo acobijó
con esa brisa que anda por la tarde.

Simón,
que será del mañana,
cuando creamos que el sol
solo ilumina las ventanas
por tener la obligación,
y no por las ganas.

Siempre, Simón,
presta sin preguntar tu mano
a quien necesita un envión,
y nunca esperes algo a cambio,
porque al que no esperó
siempre algo le ha llegado.

Entregate, Simón,
sin miedo a lo que pase,
es mejor curtir el corazón
que temerle al emparche,
siempre es bueno usar la razón,
pero siempre temprano, nunca tarde.

Parate, Simón,
siempre derecho, nunca torcido,
nunca le creas a la televisión:
el hombre es hombre por haber nacido,
y con eso al mundo le bastó
para darte un lugarcito.